Invierno Saludable
Llegó la hora de sacar del guarda ropa
bufandas y guantes!, el invierno se aproxima con la presencia de bajas
temperaturas. Por lo que es importante preparar a nuestro organismo pero no
solo de manera externa, también hay que cuidar a nuestro cuerpo de manera
interna nutriéndolo para prevenir afecciones durante esta temporada.
La vitamina C eleva el sistema
inmunológico, junto con la vitamina E y la Equinácea se potencializa el efecto y
nos ayudan a prevenir principalmente gripe e infecciones.
Por otra parte es importante cuidar a
nuestra piel, ya que aunque cuenta con sus propios medios de autodefensa, los
factores climatológicos adversos, como el frío y el viento, la pueden debilitar
provocando graves trastornos e incluso su envejecimiento precoz.
Los cambios bruscos de temperatura a
los que es sometida nuestra piel en invierno deterioran su capa hidrolipídica,
dejándola desnuda frente a las agresiones externas, con ello se acentúa la
pérdida de agua y aparece la deshidratación. Los síntomas que la acompañan son:
sequedad, descamación, falta de brillo e incluso pequeñas heridas.
A continuación encontrarás algunas
recomendaciones para cuidar tu piel durante el invierno:
Las manos, la cara y el cuello
Al carecer de glándulas sebáceas se
descama con mayor facilidad y han de ser hidratas a conciencia, ya que son las
zonas que más expuestas a la inclemencias del tiempo. Para ello, conviene
utilizar cremas altamente nutrientes que cuenten, como mínimo, con un factor de
protección solar del 15.
Si los sientes resecos evita
humedecerlos con saliva, pues esto produce una irritación adicional, en su
lugar opta por protectores labiales hidratantes.
Cuidado con ellos, el paso del frío
al calor es muy perjudicial para la piel, especialmente en el caso de las más
sensibles, y puede aumentar las posibilidades de que aparezcan vasos dilatados
y rojeces.
Si has de exponerte a climas fríos,
elige prendas de tejido térmico, como el algodón, que además de conservar el
calor mantiene la piel seca y permite la transpiración. El uso de prendas
invernales demasiado ceñidas impide la correcta transpiración del organismo, lo
que a su vez puede provocar descamación en piel.
Los aficionados a los deportes de
invierno deben extremar estas precauciones especialmente en las horas centrales
del día (12-15 horas), mediante la utilización de un factor de protección solar
adecuado.
El frío invernal provoca que nada más
llegar a casa apetezca tomar una ducha caliente, cuidado con la
temperatura del agua, pues los baños excesivamente calientes y prolongados
remueven el manto hidrolipídico. Por ello los dermatólogos recomiendan tomar
baños rápidos con agua tibia y jabones que respeten la estructura química de la
piel.
Tipología (seca, grasa, o sensible).
Aplícala en todo el cuerpo, con especial énfasis en codos y rodillas, éstas son
regiones que se resecan con facilidad.
En casa la temperatura ambiente no
debería sobrepasar los 22 grados y siempre que fuese posible se debería contar
con un humidificador o sistema de humidificación ambiental, como colocación de
toallas húmedas en radiadores y otros focos de calor.
Fuente: iSalud
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