Pasamos
aproximadamente un tercio de nuestra vida durmiendo. Por ello, es bastante
habitual pensar que dormir es algo que sucede de forma natural, una
circunstancia inherente a nuestro día a día y sólo nos damos cuenta de la importancia
que tiene descansar y dormir bien cuando, por alguna circunstancia, padecemos
problemas para conciliar el sueño. Descubre cómo solucionarlos.
Tú duermes, tu cuerpo trabaja
Hay
quien piensa que mientras uno duerme, el cuerpo no trabaja. Pero nada más lejos
de la realidad, ya que durante ese espacio de tiempo en el que descansamos,
nuestro organismo se prepara y realiza la puesta a punto para todos aquellos
retos a los que nos enfrentaremos el día siguiente, de ahí la importancia de
que el descanso sea suficiente y adecuado.
Por ejemplo, durante el sueño, liberamos las hormonas que harán
que nos sintamos bien al despertar, fortalecemos nuestro sistema
inmunitario y nuestro metabolismo, se refuerzan la memoria y
los conocimientos adquiridos, las articulaciones y músculos se
relajan y se regeneran, al igual que nuestro corazón ya que,
mientras dormimos, desciende la presión arterial y, con ello, mejora
el sistema circulatorio.
Y es
que no es casualidad que numerosas firmas de cosméticos hayan creado líneas de
tratamientos específicos para la noche. La razón es sencilla. La regeneración
celular durante el sueño es mayor y la circulación sanguínea mejora, estas dos
circunstancias hacen que nuestra piel asimile mejor los activos nutritivos
presentes en dichos tratamientos cosméticos y que, al despertar, nuestra piel
esté más tersa, hidratada y tengamos mejor aspecto.
Fuente:ForoFemenino
Fuente:ForoFemenino
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